Fatal Frame V Maiden of Black Water

Wii U

La saga Fatal Frame -Project Zero en Japón- creada por Makoto Shibata, es una serie que se ha mantenido y diferenciado de otros juegos de terror, por la importancia al folklore japonés de los Yurei y macabros rituales para poner en tensión al jugador. Siendo uno de los títulos de referencia del género junto con sagas como Silent Hill y los primeros títulos de Resident Evil. No obstante, a pesar de que su ambientación logra inquietar, sus mecanismos se han quedado anclados en la vieja escuela lo que dificulta una mejor recepción con el público actual.

Desde hace tiempo he querido hacer el post en el blog de este juego, uno de los cuales fueron la pauta del interés para hacerme en su momento con la Wii U de Nintendo. Sobre todo por ser un juego al que llegue por accidente. En el 2007, emocionado por estrenar la Playstation 2 de Sony, fui rápidamente a la tienda para conseguir Silent Hill 3, juego del que todo el medio especializado hablaba. Mi hype por él se había acumulado durante varios meses y era la opción perfecta para estrenar mi nueva consola. Pero mi sorpresa fue mayor, al llegar al estante de la tienda y encontrarme con un puñado de juegos que más bien parecían las liquidaciones del mes. En aquel entonces no era común las tiendas especializadas de videojuegos en la ciudad y había que conformarse con los pocos títulos que la tienda departamental decidía vender.

Un poco desilusionado examine con calma aquel montón de juegos. Entre ellos estaba “Clock Tower 3”, que no conocía, pero tenía buenas referencias y me hacia pensar que había algo rescatable en ese montón. El otro, de nombre “Fatal Frame” era una incógnita mayor. Con una portada que parecía una mala película de terror asiático -muy popular en aquel momento gracias al auge del “Aro”- arrinconada en un videoclub. Sin embargo al reverso del empaque aparecían algunas imágenes del juego y la cámara antigua con la que enfrentabas a los enemigos. Digo, qué tan mal me la podía pasar jugar a cazar fantasmas japoneses con una cámara ¿cierto?. Más aún si el humor era involuntario. Finalmente, y abierto a las posibilidades me decidí por Fatal Frame. Al iniciar los primeros minutos del juego, una atmósfera opresiva me hicieron darme cuenta del error al juzgar el juego, una música mística pero extraña, inundo la pantalla.

-PUSH START- decía.

De pronto me encontré vagando desconcertado en los rincones de una mansión remota con inquietud constante que no paró hasta finalizar el juego. Sin duda había algo especial en Fatal Frame. Ahora, unos días después de terminar el último título, debo decir que ha sido una experiencia que me ha hecho adentrarme nuevamente en la atmósfera inquietante de la serie que recordaba.

DONCELLAS DE AGUA TURBIA

La historia del juego gira en torno a Yuuri Kozukata, una chica que trabaja en una tienda de antigüedades en los alrededores del Monte Hikami, el cual es famoso por ser un lugar de suicidios. Ella posee la habilidad de ver la “sombra” en los objetos que toca y utiliza este para ayudar a otros a encontrar objetos perdidos o personas desaparecidas. Esto la lleva en cierto punto a internarse en el bosque del Monte Hikami habitado por los espíritus de las doncellas del agua y el eco de las personas que acuden a la montaña para poner final a su vida, y es ahí donde inicia un oscuro viaje en donde nos toparemos con extraños acontecimientos y el culto de las doncellas del agua, miembros de una religión abandonada que debían cumplir con un duro entrenamiento. Ellas debían acompañar a las personas que deseaban morir y remover el velo de su rostro para ver con sus ojos la muerte de la persona, tomando en secreto los pecados y las emociones en el momento de la muerte. las Doncellas con mas poder de “Visión” eran puestas dentro de un caja de madera y hundidas perpetuamente en áreas acuáticas de la montaña, para convertirse así en “pilares” y preservar la pureza del agua del Monte Hikami ante el Yomi, la fuerza diabólica que provoca que los espíritus se alteren y se vuelvan vengativos convirtiendo el agua de un color negro. La doncella que elegía entrar libremente en la caja hacia un pilar mas fuerte, pero una doncella que se rehusaba, se le quebraban las extremidades y eran metidas en la caja. Sin embargo uno de los rituales falló, lo que provocó el desborde del agua negra y todos los espíritus de la montaña se volvieron corruptos llamando a la gente a matarse en el bosque.

Con unos controles de vieja escuela tipo tanque, los movimientos de nuestro personaje son lentos y pesados, incluso al correr y apuntar con la cámara. Pero si eres un seguidor de la saga como yo, no representará mayor problema. A nivel gráfico es limitado, con texturas y acabados anclados en el pasado, pero que a estas alturas es necesaria una actualización de cara al futuro de la serie. En cierta forma los entornos y los enemigos a lo largo del juego saben transmitir la inquietud necesaria de un juego de estas características, pero en cierto momento pueden ser un poco monótonos visitar mismos espacios una y otra vez, dando la sensación de alargar innecesariamente la historia. Pero sale a flote gracias a un apartado sonoro impecable que aprovecha bien para transmitir una atmósfera opresiva en el jugador. Esta vez no tendremos una canción a la altura de “Chou” de Fatal Frame 2, pero por lo demás todo bien. Un poco la historia se diluye hacia el final del juego, dejando a un lado el terror, para dar paso una conclusión en las historias de los personajes que si bien son interesantes, no causan el mismo efecto. Pero a pesar de sus deficiencias, ofrece una experiencia obligada al seguidor de la saga.